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martes, 3 de julio de 2012

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Más allá del trato que ha recibido la ciudadanía ucraniana desde la fallida Revolución Naranja, un holocausto sangriento ha venido recorriendo las ciudades que están siendo sedes de la presente Eurocopa, un holocausto denunciado con tibieza e ignorado por la mayor parte de la población local. Para asear el teatro de los sueños futbolísticos, las autoridades decidieron implantar una política de cruel exterminio sobre perros y gatos callejeros, utilizando métodos de extrema crueldad de cara a rematar con la mayor velocidad este asqueroso genocidio en nombre del negocio de los hombres. Hasta que la asociación PETA denunció internacionalmente las atrocidades que se venían cometiendo, se estima que más de 250.000 animales fueron sacrificados en el repugnante altar del Olimpo balompédico, 20.000 de ellos en la capital del país, Kiev. Hornos crematorios ambulantes supusieron los campos de exterminios de todos estos seres indefensos, atrapados y retenidos en gigantescas bolsas donde morían asfixiados o heridos. Los que lograban sobrevivir perecían al ser arrojados vivos a temperaturas superiores a 900 grados centígrados. En otras localidades que no disponían de instrumentos de eliminación tan sofisticados, se ha procedido de cualquier atroz manera a cumplir este sangriento cometido: fusilamientos, envenenamientos masivos, cualquier fórmula miserable por encima de utilizar un minúsculo porcentaje de los presupuestos asignados a la organización de la Eurocopa para implantar una política de esterilizaciones y centros de acogida, una acción que acercara a Ucrania a la intención de convertirse en una sociedad avanzada, respetuosa con todos los seres vivos que en ella participan.






http://www.schnauzi.com/masacre-de-perros-en-ucrania-para-preparar-la-eurocopa-2012/



ANTIGONA Sofocles


ISMENA: ¡Ay de mí! Piensa, hermana, cuán odioso y deshonrado murió nuestro padre, hiriéndose los dos ojos él mismo con su propia mano a resultas de faltas que él mismo descubrió. Luego su madre y mujer, doble palabra, con trenzados nudos corredizos pone fin afrentosamente a su vida. En tercer lugar nuestros dos hermanos en un solo día muerte recíproca se dieron los dos desdichados y un común destino ambos alcanzaron a manos uno de otro. Y ahora a su vez, cuando realmente quedamos nosotras dos solas, considera cuánto más miserablemente moriremos, si contra la ley trasngredimos el decreto de los tiranos o su poder. Además es preciso tener presente, de un lado, que nacimos mujeres, de manera que no podremos luchar contra hombres; y de otro, que estamos obligadas por los que son mas poderosos a obedecer en esto y aún en cosas más dolorosas que éstas. Yo por lo tanto, tras pedir a los muertos que tengan comprensión, ya que soy obligada a esto, a los que están asentados en el poder obedeceré, puesto que el hacer cosas desmesuradas no supone reflexión alguna.

ANTÍGONA: Ni te exhortaría ni tal vez, aunque estuvises dispuesta en algún momento a intervenir, me ayudarías con agrado por mi parte. Sin embargo, resuelve como te parezca, que a aquél yo le enterraré. Es hermoso para mí morir haciendo esto. Con él iré a yacer querida, con un ser querido, tras llevar a cumplimiento un sagrado delito, porque mayor es el tiempo durante el que es preciso que dé satisfacción a los de abajo más que a los de aquí, ya que allí estaré para siempre. Respecto a ti, si te parece, desprecia lo que es objeto de aprecio entre los dioses.


ISMENA: Yo no lo desprecio, pero de obrar contra los ciudadanos soy incapaz.

ANTÍGONA: Tú pon delante este pretexto, pero yo encaminaré mis pasos a disponer un enterramiento para mi hermano muy querido.

ISMENA: ¡Ay de mí, desdichada, cómo temo por ti!

ANTÍGONA: No sientas miedo por mí. Endereza tu destino.